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La imagen de la Virgen de Sacedón es una talla de madera policromada, cuyos orígenes y estilo son muy dificiles de datar, ya que ha sufrido sensibles modificaciones con el paso de los tiempos. Se trata de una imagen de vestir, al menos en su parte posterior, en que la madera no está trabajada ni pintada. Sobre la capa inicial de pintura policromada, tiempos después se añadió una mano de pintura azul que destruye el posible valor artístico de la imagen.
Escasas
son las referencias a la talla que aparecen en los libros. Solamente consta
que en 1652 se gastaron 20 reales,
“para la mano que se hizo para la imagen de Nuestra Señora”. En 1671
se dieron 12 reales a un pintor “por
encarnar el rostro a Nuestra Señora”.
No hace muchos años, dice la gente que un pintor de Olmedo, no muy entendido, retocó el rostro de la Virgen, pero con tan mala fortuna que le dejó el mismo lleno de coloretes que luego han ido desapareciendo.
El estado de la conservación de la talla no es muy bueno, al menos en cuanto a la pintura. La cara de la imagen tiene además una pequeña grieta.
