«Tener tu propio negocio es un sueño»
-¿Desde cuándo anda entre fogones?. -Desde que tenía trece años. -¿Cómo fueron sus comienzos en la cocina? -Empecé haciendo los dos primeros cursos de formación profesional de la rama de hostelería en Tordesillas, para luego continuar mi formación otros dos años en Segovia. -¿Y de ahí a la cocina del restaurante Maracaibo?. -No, aunque podía haber sido así. Lo que pasa es que la mili me partió en dos, aunque tampoco me arrepiento pues, durante ese año, además de hacer guardias, tuve la oportunidad de formarme en materia de repostería con el maestro pastelero pedrajero, Raúl Arranz. -¿Cómo surgió la idea de presentarse al II Concurso Nacional de Jóvenes Cocineros? -El concurso se enmarcaba dentro de la X Semana de la Cocina Segoviana y es obvio que trabajando en un restaurante segoviano tenía que presentarme, más teniendo en cuenta que el pasado año logré uno de los accésit y que, por edad, era mi última oportunidad de hacerlo. -¿Por qué plato le han concedido este segundo premio? -El plato estaba compuesto por una terrina de cochinillo confitado relleno de manillas de lechazo con corteza de cochinillo crujiente y jugo asado ligado. -Suena muy innovador. -Sí y no. Sí, porque hasta ahora yo no me había decidido a mezclar dos carnes, que en sí son muy jugosas, por miedo a que fuera un plato demasiado cargado y pesado. No, porque son dos de los productos mas típicos y tradicionales de la cocina segoviana y castellanoleonesa. -¿En qué ha consistido el premio?. -Además de un diploma acreditativo, un premio en metálico de 360,61 euros (60.000 pesetas). -¿Y eso sirve para mucho?. -Lo verdaderamente importante del premio, además del dinero, es la proyección que te da profesionalmente y al establecimiento en el que trabajas. |